Proyecto Juno
La política pública que he elegido para el reto semanal es el Proyecto Juno, una Jornada Integral de Buenas Prácticas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante la Violencia Machista. Esta fue llevada a cabo los días 17, 18 y 19 de noviembre de 2020 por el Instituto Canario de Igualdad en colaboración con la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias.
El ámbito de intervención de este proyecto es el de la violencia de género en forma de un programa formativo dirigido al personal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y centrado en el tratamiento y la atención a las víctimas de violencia machista desde un punto de vista integral e impartido por personal cualificado en la materia. Su objetivo principal es dotar a dicho personal de las herramientas necesarias para poder afrontar situaciones reales de violencia de género, así como permitirles que asuman el rol de formadores y transmisores al resto del personal de las FCS en relación a los conocimientos adquiridos.
El promotor de esta acción es el Instituto Canario de Igualdad (I.C.I.), organismo autónomo encargado de impulsar las políticas de igualdad de oportunidades del Gobierno de Canarias, con el objeto de promover las condiciones que hagan real y efectiva la igualdad de las mujeres y los hombres en todos los ámbitos de la vida política, económica, cultural y social. Este organismo está adscrito a la consejería competente en materia de igualdad entre mujeres y hombres, la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad.
Ámbito de discriminación
Esta política concreta de jornadas de formación actúa dentro del ámbito de la igualdad de género, en particular en la lucha contra la violencia machista como un elemento estructural del sistema de desigualdad social conocido como “patriarcado”, que año a año se cobra millones de vidas de mujeres en todo el mundo.
Desgraciadamente, el machismo y sus violencias derivadas impregnan todos los rincones de la sociedad, desde el empleo, la economía o la cultura, hasta las relaciones interpersonales. Por ello, la lucha contra la violencia machista requiere del compromiso de toda la sociedad en su conjunto y especialmente de los agentes intervinientes en la protección y asistencia a las víctimas.
La Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, ya impulsa la formación policial específica sobre violencia de género como parte de la respuesta integral ante esta violencia y el Pacto de Estado contra la Violencia de Género contempla entre sus medidas la de “Ampliar la formación especializada que reciben los y las profesionales de la Administración de Justicia, y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en materia de prevención de la violencia de género y en materia de trata”.
Dado que la Policía Municipal es la que mejor conoce la situación local y es la más próxima a la ciudadanía, su trabajo resulta muy necesario a la hora de promover la confianza de las víctimas de violencia machista, ya que en muchas ocasiones es su primer contacto, con lo que se constituye como una pieza clave en la lucha contra este tipo de violencia.
Asimismo, la protección institucional es un pilar fundamental a la hora de hacer sentir arropadas a las mujeres sufridoras de este tipo de violencia. Una mayor cercanía por parte de los agentes que velan por nuestros derechos puede implicar una mayor confianza de las mujeres violentadas en un sistema creado para acogerlas, acompañarlas y asesorarlas debidamente.
El programa Juno busca lograr una intervención óptima por parte de los agentes policiales a la hora de abordar correctamente diferentes situaciones, entender las manifestaciones de la violencia machista, conocer minuciosamente el marco legal, cómo actuar ante cada caso particular, comunicarse adecuadamente ante cada nuevo escenario de violencia, entender el lenguaje no verbal, etc.
Beneficiarias de esta política e impacto del programa
Las primeras personas beneficiarias de esta política son, por supuesto, las mujeres víctimas de violencia de género, que reciben una discriminación ya estudiada en el módulo 2 de este curso de Fundamentos sobre la igualdad de trato y no discriminación, que es la discriminación por razón de sexo.
En este sentido, cabe mencionar que las violencias machistas son todas aquellas acciones, intencionales o no, que contribuyen al menoscabo sistemático de la dignidad, la estima y la integridad física y mental de las mujeres y de las niñas.
Son llamadas de tipo estructural porque están contenidas en el corazón de todas las sociedades, entroncando radicalmente las relaciones entre personas y se enmarcan, por lo tanto, en todos y cada uno de los contextos donde se dan. Depende del entorno social en el que están inmersas se producen de una u otra forma, evidenciando así los valores sociales de las comunidades donde suceden.
Las violencias machistas son la expresión clara de la desigualdad social de las mujeres en la sociedad y también por supuesto de los privilegios masculinos predominantes. Son la forma que tiene el patriarcado de moralizar la vida de las mujeres y de las niñas, usando para ello la fuerza física o la coerción como herramienta que permite mostrarles cuál es el sitio que se considera óptimo para ellas en el entramado social.
Muchas veces la violencia se realiza a través de lo simbólico, mediante prejuicios y/o con el ideario colectivo de lo que significa ser hombre y ser mujer en nuestra sociedad. Así se crean los estereotipos y los prejuicios. Todas las expresiones de violencia machista están incardinadas a legitimar esa reproducción de supremacía del poder masculino sobre el femenino, y, por lo tanto, a reprender a la mujer que intenta escapar al sistema de creencias y roles reservado para ella.
Entre algunas consecuencias que produce este tipo de violencia sobre la mujer encontramos las que podemos ver en la siguiente tabla:
Lamentablemente, dentro de la página web del I.C.I. no se analiza el impacto ni los resultados que la divulgación de este programa formativo ha tenido sobre su target (las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad).
Me gusta pensar que, entre otros logros, estas jornadas divulgativas hayan conseguido fomentar la máxima profesionalidad de los trabajadores de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, promoviendo la excelencia en el trato con las víctimas y una formación idónea para que todas las mujeres puedan sentirse seguras y apoyadas.
También espero de las diversas charlas proporcionadas por distintos expertos en el ámbito de la igualdad de género y la lucha contra la violencia machista -como han sido educadores sociales, fiscales, subinspectores de policía y la Directora del Instituto Canario de Igualdad, entre otros- que hayan podido dar un trasfondo tanto teórico como práctico sobre la problemática de la violencia de género y transmitir correctamente sus conocimientos a los agentes objeto de formación.
Puntos fuertes y debilidades
Una de las debilidades de este programa es la extensión de su realización -tres días-, que me parece muy escasa, dado que para fijar estos conocimientos y prácticas por parte de los y las agentes a los que va destinado probablemente sería necesario más tiempo.
Por ejemplo, pienso que a través de cursos de formación con profesionales expertos multidisciplinares se podría llegar mejor a estos profesionales, incluyendo también, por qué no, jornadas de prácticas en las que se trate con mujeres que sean o hayan sido víctimas de violencia de género y en las que el profesional experto guíe a los agentes en los puntos clave que haya que tratar cuando se acude a una llamada de este tipo.
Entre las fortalezas de las jornadas de buenas prácticas de las FCS ante la violencia machista encuentro que la Guía Juno es una buena toma de contacto para los agentes objeto de las charlas. Está muy bien elaborada e incluye propuestas de mejora para las intervenciones policiales en este ámbito, que pueden resultar muy útiles a la hora de prestar apoyo a las víctimas.
También me ha parecido un punto a favor la participación en las charlas de profesionales expertos en el ámbito de la violencia de género, como la del Jefe de la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer de la Delegación del Gobierno o de una figura jurídica como es la de la Fiscal de la Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife (Antonio San Martín Sánchez y Jezabel Criado Gutiérrez, respectivamente).
En definitiva, los elementos más positivos de este programa son el reconocimiento de un problema estructural como es la violencia de género, y la voluntad de la institución que lo promueve de mejorar el asesoramiento y el apoyo a las perjudicadas a través de una mejor formación de los agentes de seguridad como intermediarios del Estado.
Comentarios
Publicar un comentario